La visión de un Licenciado en Sistemas que revolucionó la Internación Domiciliaria
“Cuando empezamos con Atender Salud, el término ‘internación domiciliaria’ ni siquiera existía en el sector. Para muchos, el paciente solo podía ser tratado dentro del hospital. Hoy, con tecnología, innovación y transparencia, logramos transformar ese paradigma.”
Atender Salud no nació de una planificación estructurada ni de un modelo de negocio convencional. Surgió de la unión de dos visiones diferentes: la experiencia de Adrián Fernández en hospitales y mi formación en tecnología y sistemas. Mientras él entendía los desafíos del sector salud desde adentro, yo veía oportunidades desde la lógica de los procesos, los datos y la innovación tecnológica.
En este blog quiero contar cómo la tecnología y la transparencia de datos pueden ser herramientas clave para transformar un sector tradicionalmente rígido como la salud y por qué, aunque no era médico, terminé dedicando mi vida a mejorar la atención médica en casa.
Cuando la tecnología encuentra un problema sin resolver
Mi formación era en Licenciatura en Sistemas y, como muchos a esa edad, no tenía un rumbo definido en mi carrera. Lo que sí sabía era que la tecnología tenía el poder de cambiar procesos, optimizar recursos y mejorar la vida de las personas.
Cuando Adrián me presentó la idea de Atender Salud, no hablábamos de internación domiciliaria. El concepto inicial giraba en torno a traslados y ambulancias, algo más cercano al sistema que ya existía. Pero con el tiempo, fuimos identificando una falla estructural:
- Los hospitales estaban saturados y la cantidad de camas disponibles era insuficiente.
- Las internaciones prolongadas generaban más costos y riesgos para el paciente.
- No existía un sistema para el monitoreo de pacientes en domicilio que garantizara calidad y control.
Ahí es donde la tecnología podía marcar la diferencia. Si lográbamos crear un sistema que permitiera trasladar parte de la estructura hospitalaria al hogar, manteniendo protocolos, control y seguimiento en tiempo real, podríamos cambiar el sistema desde adentro.
Rompiendo paradigmas: La resistencia al cambio en el sector salud
Uno de los mayores desafíos que enfrentamos fue la resistencia de médicos y sanatorios. Para ellos, internación domiciliaria significaba competencia y no una evolución del sistema.
¿Cómo logramos cambiar esa percepción?
- Demostrando con datos que el paciente podía recibir la misma calidad de atención en casa.
- Implementando tecnología para el monitoreo en tiempo real, con acceso a información actualizada sobre cada tratamiento.
- Ofreciendo transparencia total a obras sociales y financiadores para que pudieran ver la trazabilidad de cada atención.
Durante los primeros meses, el desafío no fue solo lograr habilitaciones, sino explicar que esto no era solo una idea nueva, sino una necesidad para la sostenibilidad del sistema de salud.
Transparencia y datos: El diferencial que cambió el juego
Desde el inicio, sabíamos que no podíamos hacer esto con las herramientas tradicionales del sector salud. La clave era la digitalización de los procesos y el acceso a datos en tiempo real.
Nuestro sistema permitía a las obras sociales y financiadores acceder a información detallada sobre cada paciente:
- Frecuencia y duración de las visitas.
- Procedimientos realizados en domicilio.
- Evolución clínica y reportes en tiempo real.
Esta transparencia absoluta no solo generó confianza, sino que permitió optimizar costos y recursos en el sistema de salud. No se pagaban tratamientos innecesarios, y se podía hacer un seguimiento detallado del impacto de la internación domiciliaria en la recuperación del paciente.
Este modelo abrió una puerta a una nueva manera de administrar los servicios de salud: con datos claros, accesibles y en constante actualización.
Tecnología aplicada: Del hospital físico al “hospital líquido”
En Europa se habla del concepto de hospital líquido, un modelo donde la atención médica ya no está contenida dentro de un edificio, sino que fluye hasta donde está el paciente.
En Atender Salud, sin saberlo, implementamos este concepto desde el primer día. La clave estaba en el equipamiento y la conectividad:
- Monitoreo remoto de signos vitales para seguimiento en tiempo real.
- Uso de bombas de infusión de 8 a 12 horas de autonomía para tratamientos como la alimentación parenteral.
- Plataformas digitales para coordinación médica entre hospitales, internación domiciliaria y laboratorios.
Esto permitió que tratamientos complejos, como la alimentación parenteral, pudieran administrarse en hogares alejados de los centros urbanos sin comprometer la seguridad del paciente. Lo que antes solo podía hacerse dentro de un hospital, ahora es una realidad en la casa del paciente, con los mismos estándares de calidad.
De la resistencia al reconocimiento: Un cambio de visión en la salud
En 2002, cuando abrimos Atender Salud, las prepagas y obras sociales ni siquiera tenían un modelo de cobro para este tipo de servicio. En 2024, la internación domiciliaria es un pilar fundamental en el sistema de salud.
Lo que comenzó como una idea innovadora hoy es un modelo validado y en constante crecimiento. En retrospectiva, lo que hicimos fue combinar dos mundos que no parecían compatibles: la tecnología y la salud. Y esa integración permitió crear un sistema que:
- Mejora la calidad de vida del paciente.
- Optimiza recursos para hospitales y obras sociales.
- Garantiza mayor transparencia en los procesos de salud.
Reflexión final: El futuro de la salud está en la innovación
La salud está en un momento de transformación. Cada vez más, la tecnología y los datos serán herramientas fundamentales para mejorar la atención.
¿Cómo creés que la digitalización puede seguir revolucionando la salud en los próximos años? Te leo en los comentarios.